El avance tecnológico del país, así como el acelerado desarrollo de Internet en las empresas, ya sea por necesidades comerciales o por obligaciones emanadas de organismos controladores como el Servicio de Impuestos Internos, reforzó la idea de crear un sistema que, utilizando la capacidad instalada en las empresas y las ventajas de la red Internet, permitiera a las empresas pagar las cotizaciones de sus trabajadores reduciendo costos y tiempos de proceso.